martes, 10 de mayo de 2016

LOS RESTOS DE UN NAUFRAGIO

Debo decir que había leído poco a Guy de Maupassant. Mis límites se quedaron en La noche, pero siempre tuve el libro cerca hasta que me mordió. Y tan pronto empecé El miedo ya no pude parar. Acabo de leer Los restos de un naufragio. Es un cuento maravilloso, sutil, construido con delicadeza, acomodando cada pieza en su sitio para generar el efecto emotivo en su climax y lo retarda para poder deleitarnos en él como se paladea un buen vino o un manjar exquisito.

Un joven, empleado de una aseguradora, es enviado a supervisar el naufragio de un barco que ha quedado varado en una larguísima playa, es decir, una extensión casi plana de varios kilómetros la cual desciende en un ligerísimo declive, de modo que cuando baja la marea el barco, muchos kilómetros adentro, queda sobre la arena y hay que caminar más de una hora para llegar a él. Cuando la marea baja la orilla del mar se aleja velozmente, y de ese modo sube.

El joven, mientras inspecciona los daños y hace su reporte, oye voces. Cree que es una alucinación, pero no. Han llegado un grupo de ingleses conformado por el padre y tres hijas. La mayor tiene 18 años y es sumamente hermosa y accesible.

El joven y los ingleses se ven de pronto atrapados por el mar cuya marea ha subido de forma repentina. La noche cae y con ella el frío y el miedo de que los restos del barco sucumban ante el embate de las olas.

De pronto, en medio de la noche, el barco es enderezado por el agua y los "tripulantes" accidentales se llevan un buen susto. Pero en ese momento de caos, el joven se enreda en el cuerpo de la muchacha inglesa cuya belleza y aroma lo tienen cautivado y motivado por la cercanía la abraza y la besa todo el tiempo (breve por cierto) que dura la sacudida.

Esta brevísima experiencia de amor lo prenda para siempre. Casi de inmediato los rescatan pero él, por años, incluso hasta la vejez se quedará añorando al barco y esa noche tenebrosa, terriblemente fría, pero deliciosa.

Que maestría de Maupassant para envolvernos en ese clima emocional amoroso de modo que al final sentimos la misma desolación y nostalgia del personaje y la intensidad emocional de su experiencia amorosa.

Léanlo, es una joya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...