sábado, 4 de diciembre de 2021

EL HOMBRE CELESTIAL


Jeremías Ramírez


China es uno de los países más grandes del mundo, incluso encima de Rusia. Su población actual supera los 1300 millones de habitantes, lo que lo convierte en el país más poblado del mundo. 

Su régimen político actual data del 1 de octubre de 1949, cuando presidente del Partido Comunista, Mao Zedong o Tse-Tung, proclamó la República Popular China, tras una larga guerra civil que inicia desde las primeras revueltas en 1905.

Este hecho cambió el destino de esta gran nación y el Partido Comunista impuso una política muy estricta en todos los ámbitos, especialmente en el educativo, a través de la llamada “Revolución Cultural”, movimiento sociopolítico que duró 10 años: de 1966 a 1976. Fue iniciado por Mao Zedong, entonces líder del Partido Comunista Chino. Su objetivo era preservar el comunismo mediante la eliminación de los restos de elementos capitalistas y tradicionales de la sociedad china, y reimponer el pensamiento de Mao Zedong (conocido fuera de China simplemente como maoísmo) como la ideología dominante dentro del Partido.

Uno de los grupos más golpeados en este movimiento fueron los religiosos. Sobre todo tras los cristianos hubo una persecución particularmente feroz. 

En las violentas luchas que siguieron en todo el país, millones de cristianos (aunque no sólo ellos sufrieron la persecución) fueron perseguidas y sufrieron todo tipo de abusos, incluyendo la humillación pública, encarcelamiento arbitrario, tortura, trabajos forzados, hostigamiento sostenido, confiscación de bienes y, a veces, la ejecución. 

Un gran segmento de la población fue desplazado por la fuerza, en particular, la transferencia de jóvenes urbanos a las regiones rurales. Este movimiento denominado: "Envío al campo" es narrado espléndidamente en la novela Balzac y la pequeña costurera china, del escritor chino Dai Sijie. Este libro es un testimonio literario de estos desplazamientos, en el que se destruyeron reliquias y artefactos históricos, y se saquearon sitios culturales y religiosos.

Después de la Revolución Cultural, los reformistas dirigidos por Deng Xiaoping, comenzaron a desmantelar gradualmente las políticas maoístas asociadas con la Revolución Cultural, en el período llamado "Boluan Fanzheng" (Eliminar el caos y volver a la normalidad). 

En 1978, Deng se convirtió en el nuevo líder supremo de China y comenzó una nueva fase al iniciar el histórico programa de Reformas y Apertura.

Parecería que la persecución religiosa también había terminado, pues los informes de persecución dejaron de fluir al exterior. Y la poca información que se puede encontrar en internet parecía confirmar la existencia de una libertad religiosa que permitiría el resurgimiento de la iglesia cristiana, particularmente el protestantismo evangélico.

Sin embargo, Hombre celestial, vino a cambiar mi visión. Este libro relata la vida y las luchas de un cristiano singular, Liu Zhenyin, quien, desde su conversión, en 1974, sufrió una persecución incansable por parte de las autoridades.

Este libro es el testimonio de este hombre singular, líder del conocido movimiento cristiano subterráneo: “Casas-Iglesia”. En este movimiento el hermano Liu era conocido como “hermano Yun”. Y también fue conocido como “Hombre celestial”, nombre que surgió un día que es interrogado y, al momento de ser arrestado y preguntarle su nombre, él sólo contestó: “Soy un hombre celestial”.

Es un impresionante relato de cómo Dios tomó a este joven pobre y hambriento, de una aldea de poca importancia, de la provincia de Henan, y lo usó de una manera poderosa para predicar el evangelio en toda China, en las cárceles, a pesar de la terrible oposición, y fuera de China. 

El relato inicia desde su nacimiento, 1958, y cómo llegó a Cristo a los 16 años. En ese año aún estaba candente la Revolución Cultural. Y desde esa fecha Yun ha dado fe del ardor por seguir a Cristo. A esa edad fue tan profunda su militancia que poco a poco empezó a ser conocido y, por ende, a ser perseguido. A pesar de ello, contrae matrimonio. Yun y su esposa, como pareja, han pasado por circunstancias muy difíciles, pero siguieron unidos, fieles uno al otro.

Pero quizá lo más estrujante de su testimonio ha sido sus largos periodos carcelarios en donde ha podido forjar una fortaleza espiritual a toda prueba, y ha podido presentar a Cristo a muchos hombres despiadados que estaban a cargo del cuidado de los presos y ha difundido el evangelio entre los reos, quienes necesitan, en esas circunstancias, el conocimiento y el amor del Cristo. 

Y en ese calvario va dando cuenta de las penurias de una iglesia vigorosa, la cual, para obtener el poder para seguir soportando las pruebas, ha regresado a los aspectos básicos del evangelio, asumiendo una forma de vida tan similar a la de la iglesia primitiva en el Imperio Romano. 

El hermano Yun ha sido considerado como un rebelde por las autoridades chinas por no haber aceptado unirse a la organización cristiana controlada por el gobierno. Por este motivo fue encarcelado y torturado por las autoridades gubernamentales. Su libro informa que se convirtió en un hombre muy buscado.

Finalmente fue arrestado y sentenciado a muchos años de prisión. Sin embargo, el hermano Yun continuó su ministerio mientras estaba en prisión, con resultados milagrosos, pues muchos presos e, incluso, funcionarios carcelarios se han convertido al cristianismo. Y se ganó el favor de algunos funcionarios, pero también se convirtió en el objetivo de una mayor persecución por parte de otros. 

Dentro de la cárcel, fue golpeado repetidamente y por la falta de alimento sufrió una severa desnutrición.

Después de muchos años en prisión, escapó de la cárcel de Hangzhou de la cual, se decía, nadie había escapado previamente. En el libro nos dice que escuchó la voz del Espíritu Santo, diciéndole que simplemente saliera por la puerta de la prisión fuertemente custodiada. A pesar del riesgo de que le dispararan obedeció la voz y atravesó varias puertas cerradas de la prisión y pasó frente a muchos guardias de la prisión, cruzó el patio y salió por la puerta principal. 

Yun dice que parecía se había vuelto invisible para los guardias que lo miraban directamente sin darse cuenta que él pasaba frente a ellos. Muchos ponen en duda su relato pero algunos guardias perdieron sus trabajos por este escape 'vergonzoso'. 

La investigación oficial del gobierno chino concluyó que el hermano Yun no recibió ayuda humana en su escape y, por lo tanto, debería permanecer libre. 

Estos informes han sido corroborados por presos que ocupaban la misma celda de la prisión que el hermano Yun. Y hasta le fecha sigue siendo la única persona que afirma haber escapado de esta célebre prisión de máxima seguridad, al estilo de cómo lo hizo el apóstol Pedro de una cárcel judía en Jerusalén.

Finalmente, no escapó de la cárcel sino también de China de una forma muy difícil. Tan pronto traspuso las fronteras chinas pidió asilo en Alemania, tras una larga espera en Myanmar. En esa larga espera, en el 2001 fue encarcelado en ese país durante siete meses. 

Fuera de China se abocó a organizar el movimiento llamado "De regreso a Jerusalén", con el que busca promover el turismo chino en Israel, pues ambos países se encuentran entre los menos cristianizados del mundo.

Como escribí al inicio, el hermano Yun ha sido, a pesar de su pobreza, quien ha hablado a miles de personas a nivel internacional con el mensaje del Evangelio. Actualmente vive en Alemania con su esposa Deling, y sus dos hijos.

Este libro ha sido galardonado con el Premio "Libro cristiano del año" por la Convención de Libreros Cristianos del Reino Unido, en el 2003 y fue escrito por Paul Hataway, de quien no pude encontrar más datos de él que su nombre y alguna foto, pero está escrito con garra, con coraje, con un lenguaje vívido y eficaz. Muy recomendable para quien quiere ver la otra cara de la moneda del gigante amarillo.


EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...