lunes, 26 de abril de 2021

MANK El guionista de Orson Welles

Jeremías Ramírez

Yo no sé si esta película pueda ser comprendida por el público pues aborda la vida de un guionista ligado a la historia del cine y a una película de 1940 que nunca fue aclamada —es más, fue un fracaso de taquilla—, aunque ahora sea considerada una de las 10 mejores de la historia del cine: El ciudadano Kane

Pero quienes en algún momento de la vida nos apasionamos por el cine y quedamos deslumbrados ante la majestuosidad de El ciudadano Kane y la originalidad de la historia que narra y de la manera novedosa en que está contada con frecuentes saltos en el tiempo, esta película nos parece muy reveladora.

Pero, ¿quien es Mank? ¿Quién ese guionista? ¿Quién es ese personaje? Su nombre completo es Herman Jacob Mankiewicz (1897-1953). Estudió en las universidades de Columbia y de Berlín. Fue el hermano mayor de Joseph L. Mankiewicz, destacado cineasta, que aparece al inicio cuando Herman lo presenta con Louis B. Mayer, poderoso productor en la década de los treinta. 

Herman Mankiewicz, además de escribir El ciudadano Kane, fue el autor de los guiones de Los caballeros las prefieren rubias (1953) y de El orgullo de los Yankees (1943), entre otras, y fue el productor en muchas películas de los Hermanos Marx. 

La carrera de Mankiewicz declinó a causa de su alcoholismo, que lo llevó a pasar por numerosas clínicas de desintoxicación, en algunas de las cuales escribió algunos de sus guiones. Falleció a causa de un fallo renal.

Mank —nominada a diez premios Óscar para este 2021— narra su vida a saltos retrospectivos de diez años atrás intercalados con el momento en que estaba escribiendo El Ciudadano Kane. La narración subraya con deleite su humor ácido y cínico (por ejemplo, hacía bromas del trasero de Jack Warner en su presencia, cuando este era uno de los más poderosos e irascibles productores de Hollywood). 

Inicia la película en 1940 cuando Orson Welles obtiene la completa libertad creativa para su próximo proyecto con la RKO y contrata a Herman para escribir el guión. En ese momento, Herman se recupera en Victorville, California, de una pierna que se fracturó en un accidente automovilístico. Herman le dicta el guion a su secretaria, Rita Alexander, quien nota similitudes entre el personaje principal y William Randolph Hearst, quien era poderoso dueño de la prensa y otros medios norteamericanos, y accionista de la RKO. 

John Houseman, el productor del proyecto de Orson Welles, está preocupado por el denso guion no lineal de Herman (una innovación en el arte de la narración fílmico en ese entonces), mientras que su hermano teme que el poderoso Hearst se enoje con el resultado.

Luego la película da un salto a 1930, cuando Herman visita la Metro Golden Mayer y encuentra en pleno rodaje a la actriz Marion Davies, que se había convertido en la amante de Hearst, y quien sería retratada en la película. Ella se lo presenta. Luego salta a 1933, cuando Herman y su esposa, Sara, asisten a la fiesta de cumpleaños de Louis B. Mayer, en Hearst Castle, donde discuten el ascenso de la Alemania nazi y la próxima elección de gobernador de California de 1934, en la que compiten Upton Sinclair, el famoso escritor con inclinaciones izquierdistas. 

Regresa la narración a 1940, cuando Houseman se impacienta por la falta de avance en el guión. A Rita se desespera por el alcoholismo de Herman que es la causa de que se esté retrasando la escritura del guión, pero para sorpresa de todo, Herman termina a tiempo. Houseman queda impresionado, pero le recuerda que no recibirá crédito por su trabajo.

Regresa la narración a 1934, cuando Herman y Joseph, su hermano, comienzan a trabajar en MGM con Mayer. Los ejecutivos del estudio, incluido Irving Thalberg, trabajan en contra de la campaña de Upton Sinclair produciendo spots difamatorios financiados por Hearst. Herman se acerca a Marion para sacar estos spots, pero no tiene éxito ya que ella dejó la MGM por la Warner Brothers. Más tarde, Herman y Sara asisten a una fiesta de vigilancia en el club nocturno Trocadero, donde Mayer anuncia que Frank Merriam ganó la gubernatura. La colega de Herman, la directora Shelly Metcalf, se suicida cuando le diagnostican Parkinson y porque se siente culpable por participar en la campaña de difamación contra Sinclair, a pesar de que lo apoya personalmente.

En 1940, Charles Lederer entrega el guión de El ciudadano Kane al estudio. Joseph visita a Herman después de leerlo y le advierte sobre la reacción de Hearst y cómo le afectará a Marion. Sin embargo, cree que es lo mejor que Herman ha escrito. Marion también lo visita y hace todo lo posible para persuadir de que cambie el guion, pero Herman no accede. Entonces le dice que intentará detener la película.

Regresa la historia a 1937 cuando Herman, borracho, comenta el argumento de El ciudadano Kane, ofendiendo a los presentes, incluidos Hearst, Mayer y Marion. Mayer, enfurecido, revela que Herman está en la nómina de Hearst y lo llama payaso de la corte. 

La narración salta a 1940 cuando, a pesar de la presión de Hearst, Welles está decidido a hacer la película y tiene la intención de reescribirla sin Herman. Sin embargo, incumpliendo los términos de su contrato, Herman solicita que le den su crédito y declara que es su mejor trabajo. Welles monta en cólera. A pesar de ello, Herman aparece como autor y Welles como coautor, y los dos ganan el Óscar al Mejor Guion Original en 1942.

Hank fue dirigida por David Fincher, y Jack, su padre fue quien escribió el guion en la década de los 90. David originalmente tenía la intención de filmarlo después de completar The Game (1997), y pensaba incluir en el reparto a Kevin Spacey y Jodie Foster como protagonistas, pero se frustró ese intento. Jack Fincher no alcanzó a ver filmado su guión pues murió en el 2003. 

Durante más de 20 años no se supo nada del proyecto, pero David Fincher lo siguió trabajando y en julio de 2019 anunció oficialmente su realización. La película se rodó en Los Ángeles de noviembre de 2019 a febrero de 2020. Y se hizo una exhibición limitada el 13 de noviembre de ese año, pero fue hasta el 4 de diciembre que comenzó a transmitirse en Netflix. 

La película recibió comentarios positivos de los críticos quienes elogiaron la dirección, la fotografía, los valores de producción y la partitura musical, así como la actuación de Gary Oldman y de Seyfried. Mank, los protagonistas definitivos. 

La calidad de la película le permitió que fuera nominada a los premios Óscar de 2021 con diez candidaturas, entre estas, Mejor película, Mejor director (Fincher) y Mejor actor (Oldman), aunque en la pasada premiación sólo obtuvo dos estatuillas: Mejor fotografía y Mejor Diseño de Producción.


FICHA TÉCNICA:

Dirección: David Fincher. Producción: Ceán Chaffin, David Fincher y Douglas Urbanski. Guion: Jack Fincher. Música: Trent Reznor. Fotografía: Erik Messerschmidt. Montaje: Kirk Baxter. Protagonistas: Gary Oldman como Herman J. Mankiewic, Amanda Seyfried como Marion Davies, Lily Collins como Rita Alexander, la secretaria de Herman, Arliss Howard como Louis B. Mayer, Tom Pelphrey como Joseph L. Mankiewicz, Charles Dance como William Randolph Hearst, Sam Troughton como John Houseman, Ferdinand Kingsley como Irving Thalberg, Tuppence Middleton como Sara Mankiewicz, Tom Burke como Orson Welles, Joseph Cross como Charles Lederer, Jamie McShane como Shelly Metcalf. País y año de producción: Estados Unidos, 2020. Duración: 131 minutos


domingo, 18 de abril de 2021

¿DÓNDE ESTABAS, ADÁN? Novela de Heinrich Böll


Jeremías Ramírez

Teodor Haecker  escribió: “Una catástrofe mundial puede servir para varias cosas. También para encontrar una coartada ante Dios. ¿Dónde estabas, Adán?: «En la guerra mundial»”.

Heinrich Böll tomó la pregunta de esta cita para titular su quinta novela en la que nos narra un hecho poco conocido: durante la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes comunes y corrientes que jamás pensaron involucrarse voluntariamente en la guerra fueron obligados a abandonar sus responsabilidades laborales y familiares y forzados a enrolarse en el ejército nazi. 

Por cierto, cuando Hitler tomó el poder en 1933 Böll se negó a enrolarse en las juventudes hitlerianas y trató de evadir la guerra, pero en los últimos años, ante las bajas cuantiosas del ejército, empezaron a enrolar a la gente común; incluso a muchos niños para convertirlos en soldados. Böll fue enviado a Hungría y, como suele suceder con los escritores, tomó esa experiencia para volcarla en su obra creativa. 

En ¿Dónde estabas Adán? (1951) nos cuenta los últimos sucesos de la guerra en Hungría y nos permite asomarnos para ver cómo esos no soldados vivieron, sufrieron y murieron en una guerra que no les interesaba. 

La novela se ubica en 1945 cuando las tropas norteamericanas y soviéticas avanzan imparables contra un ejército alemán derrotado que retrocede en sus líneas de combate, y los enfrentamientos ya son escasos.

El personaje principal e hilo conductor es Feinhals, un joven arquitecto, que se mueve por la trama como un muñeco sin cuerda, jalado por los hilos de sus jefes en turno.

El temido ejército alemán y sus implacables generales son retratados en esta novela cansados, abatidos, desalentados, que dan órdenes ya sin vigor y sin sentido. 

Geográficamente la trama se ubica en varios pueblos húngaros por donde pasan las caravanas de soldados en retirada abandonando una población civil que había aprendido a vivir con y del enemigo, bien brindando sus servicios o vendiendo diversos productos. Y esta convivencia es, en varios momentos, benéfica pues los soldados ganan bien y gastan bien, de modo que cuando empieza la retirada los húngaros ven con tristeza que están perdiendo sus mejores clientes.

Pero esta retirada no deja de producir tragedias. Una de ellas es la que le sucede al soldado Fink, que en su vida cotidiana era un cantinero de un negocio familiar, y su jefe lo ha mandado a comprar vino de Tokay , auténtico vino, no imitaciones. Y él, como cantinero, sabe reconocer cuál es el vino auténtico de ese lugar. La novela nos narra cuando ya va de regreso y trae una maleta 50 botellas. De pronto, se empiezan a oír disparos y el camión en el que viajan se detiene y ellos bajan para refugiarse en las construcciones. En ese momento, cae una granada justo sobre Fink. Parte de las botellas se rompen y parte se salvan. El teniente que está con Feinhals y Fink toma una de las botellas y reconoce el contenido. Le parece increíble que este hombre haya muerto por cumplir un capricho de su jefe. 

Pero quizá la tragedia más triste es la de Ilona, una joven judía que trabaja de maestra en una escuela que los alemanes la han convertido en hospital, pero a cuyo lugar acude todos los días, aunque no tenga alumnos, para cuidarlo. Feinhals está enamorado de ella y en los últimos instantes, antes de que sea movido, acude a verla. Ella se da cuenta que él la ama y ella, aunque se resiste, también. A Feinhals lo esperan para trasladarlo en un camión de mudanzas y ella tiene que ir a ver su familia. Cuando están por despedirse ella intuye que no se volverán a ver y deja que la abrace y la bese. Se dan unos cuantos besos furtivos en una solitaria calle donde se separan. Ella le promete que nada más ve a su familia y regresa y que la espere en el bar del pueblo. Antes de que ella regrese llega el camión de mudanzas y Feinhals tiene que abordarlo. No sospecha que Ilona va en un compartimento cerrado en ese camión con un grupo de judíos que han sido capturados y son llevados a un campo de concentración. Filskeit, el encargado de ese campo, está medio loco. Obsesionado con los coros ha descubierto el talento musical de los judíos y cada que llega un nuevo grupo les hace una prueba de voz y si cantan bien los aparta para su coro. Ilona no sólo canta bien, sino que es hermosa y tiene una voz sublime. Ante tal muestra de belleza este hombre enloquece y le vacía la carga de su pistola.

Hay personajes que han tenido una vida poco grata, como Greck, un soldado que su vida había tenido pocas alegrías y experiencias por su condición enfermiza y por el sobre cuidado de sus padres. Lo vemos deambular por un pueblo y encuentra unos columpios en el patio de una casa. Va con los dueños y les pide que le permitan usarlo y les paga por ello. Él nunca se había subido y lo anhela. La experiencia para él es tan sublime, sobre todo cuando siente el aire y el vaivén de ir de un lado a otro cada vez con mayor fuerza, hasta que el dueño se harta y lo baja. 

El pasaje más largo de la novela se da casi al final en que se narra la estancia de un grupo de soldados en la casa de la señora Susan donde tiene un negocio de comida y cerveza. Esta casa se convierte en un hotel donde los soldados se hospedan, vigilan, comen, se aburren o leen, y pasan meses sin hacer nada más que eso. La guerra está lejos de esa zona. Un día el puente que los alemanes han construido y por el que casi nadie pasa es destruido por alguien desconocido. Meses después llega un grupo de trabajadores y lo rehacen en tiempo récord, pero a unas horas de haberlo terminado lo destruyen pues el ejército soviético se acerca; luego, emprenden la retirada.

Definitivamente es una gran novela bélica que logra construir un ambiente triste, desolado, de un ejército conformado por personas que, muchas de ellas, nunca volverán a asumir sus obligaciones familiares pues, de manera absurda y enloquecida, morirán, incluso bajo las balas y las granadas de su propio ejercito, pues sus jefes, decepcionados, descargarán su ira contra sus compatriotas cuando ven que la guerra no les interesó jamás.

Heinrich Böll, (1917-1985) obtuvo el premio Nobel de literatura en 1972, a los 53 años, cuando su obra ya era bastante amplia. En total escribió 33 libros y se publicaron cinco después de su muerte.

Yo sólo había leído Opiniones de un payaso, su obra más conocida, y ¿Dónde estabas, Adán? la tenía empolvándose por años. La compré en la década de los 80 y una vez intenté leerla, pero la abandoné muy pronto, pues no es una novela que atrape



desde las primeras líneas: empieza sin ubicar la trama en el tiempo ni el espacio ni caracteriza al protagonista, pero una vez que ha construido el ambiente en el que se desarrollará la historia, es difícil abandonar la lectura. 

La novela me ha gustado mucho pues me ha regalado un ángulo visión de esa guerra que no conocía.


EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...