Caminan las estatuas
por los pretiles del palacio,
levantan sus alas en un vuelo nunca hecho,
gritan con sus ojos de piedra
a los incautos de la calle
sueñan sueños de piedra y agua;
nadie los sacará de su espasmo congelado;
atrapados en un cuerpo laberinto de piedra
sienten correr el tiempo
como agua que jamás retorna,
y son testigos
de la voracidad del viento
que comerá inexorablemente
su cutis de cantera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
EL GARABATO: Vicente Leñero
Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...

-
Jeremías Ramírez Vasillas Soy un admirador de la literatura de don Julio Cortázar, una admiración que nació desde que leí en la preparator...
-
“…nadie puede probar una copa de agua o partir un trozo de pan sin justificación”. Jorge Luis Borges, Deutsches Requiem. En la cre...
Me gusta el poema, quizás, desde mi punto de vista, el único pero sería la repetición de "piedra", cuya rigidez ya nos lo ha hecho sentir el texto.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por tu observación, la tomaré en cuenta.
ResponderEliminar