sábado, 24 de julio de 2010

MEDEA


Ricardo Pérez Quitt nos ha llevado a meternos a las aguas de la tragedia para involucrarnos en un proceso de apropiación de la dramaturgia. Sus ejercicios bien sui generis (drama con lazo o con jarro o con pelota de arroz) nos han permitido descubrir el drama orgánicamente (es decir, con el ente corporal que juega un papel fundamental en el teatro). Drama es acción, acción física, acción emocional, acción mental, acción dramática.
Parte importante de esta inmersión al drama es el análisis de las tragedias griegas. Hemos leído Edipo Rey y Medea, oh, Medea. Qué tragedia más intensa. Ya había visto una versión moderna de esta tragedia, Medea según Ripstein (Así es la vida, 2001). De sus sórdidas películas esta es la que más me gusta aunque cuando la vi en un Festival de Expresión en corto me hizo sufrir la secuencia cuando Julia/Medea le da muerte de sus hijos.
Ahora, a partir del análisis de Medea de Eurípides, fui en busca de una versión de Medea que andaba perdida en mi videoteca: Medea de Lars Von Trier que realizó para televisión danesa en 1988. Esta película la basó en un proyecto del gran maestro del cine danés Carl Theodor Dreyer, quien dejó una adaptación de Medea sin realizar.
Medea, como es bien sabido hasta por quienes no han leído la obra, es la historia de una mujer despechada que después que su marido, Jasón, la abandona para casarse con Glauca, la hija de Creonte, rey de Corinto y con ello, según él, asegurar un futuro económico más promisorio para Medea y para los hijos que ha concebido con ella. Medea amenaza a todos y por ello Creonte la manda al exilio. Medea el pide a Creonte un día más para abandonar Corinto y aprovecha ese tiempo para urdir una venganza terrible: matar a Glauca con un vestido mágico envenenado y de paso a Creonte, y luego dar muerte a sus hijos para hacer desgraciada la vida de Jasón. El plan se cumple al pie de la letra culminando así la terrible tragedia.
Esta versión de Medea el final es cambiado: en vez de pasar a sus hijos a cuchillo Medea los ahorca. La secuencia es terriblemente estremecedora. El más pequeño no quiere y el mayorcito va por él y ayuda a su madre a ahorcarlo y luego él mismo le da el lazo a su madre para que lo ahorque a él y le ayuda a hacer los nudos.
Medea de Lars en México sólo se consigue con subtítulos en inglés, pero son tan poquitos y tan dramáticas la imágenes que conociendo la historia es fácil seguir la trama.
La película comienza con una Medea tirada en el agua donde llega el rey de Atenas y ella le cuenta su tragedia, luego hay una serie de secuencias sórdidas en cavernas, túneles, y habitaciones agobiantes que crean un clima ominoso y sórdido bien interesante. La secuencia de las bodas de Jasón se realizan en unas habitaciones apenas divididas por mantas que hacen más sensual el encuentro marital.
La película es extraordinaria pero creo que para entenderla y disfrutarla hay que gustar de un cine nada convencional y de haber leído con detalle Medea de Eurípides.

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