Jeremías Ramírez Vasillas
Los escritores tienen la facultad de
ver la vida desde diversos ángulos, gracias a su capacidad imaginativa, incluso
su propia existencia. Una persona normal puede recordar su infancia, pero
estará anclado a su punto de vista como adulto o como anciano, es decir, desde
el tiempo y lugar donde reconstruye sus memorias. El escritor, en cambio, puede
internarse en su infancia y ver esos hechos desde los ojos del niño que fue en
ese entonces o desde una hormiga o desde la bicicleta que usó.
Una
pantera en el sótano es una novela del escritor israelí Amos Oz, con
fuertes tintes autobiográficos en la que rememora con mucha calidez sus
vivencias de niño, en el año de 1947. En ese entonces los ingleses ocupaban el
territorio israelí, con la promesa de que cuando las ONU declarare a Israel
como una nación ellos, que habían abierto las puertas para que el disperso y
perseguido pueblo judío pudiera construir un territorio en el mismo lugar en el
que surgió como pueblo en tiempos bíblicos, pero que, en el año 70, Tito arrasó
con Jerusalén y expulsó a los judíos de su territorio. Durante casi 20 siglos
anduvo errante son perder la identidad y unidad como pueblo.
En
esa región, desde su establecimiento, estuvo lleno de problemas y conflictos.
Los árabes veían a estos judíos —que tenían uno 20 siglos de no vivir en esa
zona— como extranjeros, como invasores. Y los judíos, que en ese entonces eran
un grupo reducido de pobladores, se sentían débiles, amenazados y molestos por
vivir, como en tiempos de Jesús bajo el imperio romano, ahora bajo el poder del
imperio inglés, pero con el derecho declarado por Dios en la Biblia de ocupar
este territorio, según podemos leer la promesa de Dios a Abraham: “Y apareció
Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra”. (Génesis 12:7).
En
ese contexto de ocupación, amenaza, toques de queda, Amos Oz nos cuenta la
historia peculiar de un niño que apodan Profi (apócope de profesor) porque es
inteligente, informado, estudioso, pero iluso y fantasioso, que trata de armar
un pequeño grupo subversivo con dos de sus amigos de su edad (su grupo tiene
sólo tres miembros), pero además está en los albores del despertar sexual y por
ello está fascinado por Yardena, una muchacha de 19 años, hermana de uno de sus
amigos subversivos: Ben-Hur, a quien accidentalmente ve desnuda por breves
segundos (cuando se cambia de ropa) desde la azotea donde ha construido un
lugar de espionaje. La visión maravillosa de esta mujer le va generar una serie
de inquietudes.
La
novela es un tanto descriptiva de la situación de Israel, específicamente de
Jerusalén, justo antes de que recibiera el reconocimiento como país para los
judíos, en detrimento territorial de los palestinos, que a partir de entonces
han ido perdiendo poco a poco su espacio territorial.
La
novela no es un panegírico de la causa judía sino la visión de un niño judío de
12 años que vive esa circunstancia que rebasa su comprensión, pero que, a la
luz de la experiencia propia, familiar y de raza, enfoca como enemigos a los
ingleses y sueña con formar un grupo de choque en contra de las fuerzas de ocupación
para lograr construir un hogar seguro, propio y pacífico para los judíos. Y esa
circunstancia se mezclan con su despertar sexual, su avidez de conocimientos
(le encanta buscar información en la biblioteca de su padre) y su relación
familiar (sus padres están involucrados con los grupos de resistencia).
El
conflicto principal que se da en la novela cuando Profi entabla una relación de
amistad con un sargento inglés. Esa amistad surge una noche en que Profi se
retrasa en el regreso a su casa de sus actividades “subversivas” (bastante
inocentes en realidad) y es encontrado por el sargento inglés que lo lleva a su
casa. Y en el trayecto, el sargento —que ama la cultura hebrea y la Biblia—
tiene enormes deseos de aprender y entender el idioma hebreo y hace un trato
con Profi: él le enseñará inglés y Profi a él hebreo. Para las clases se ven en
un café. Profi se justifica a sí mismo diciéndose que tratará de sacar
información importante del enemigo, pero sus amigos, cuando lo descubren, no le
creen y lo acusan de traidor.
Esta
amistad lleva a Profi a debatir consigo mismo que es un “traidor” y quién es
realmente el enemigo, las fronteras de pronto se le hacen difusas. Y lo que
para sus amigos y sus padres que tienen clara la diferencia no así para Profi que,
al sargento, pese a ser inglés, no lo ve como un enemigo y sueña con que algún
día judíos e ingleses convivan en armonía.
La
novela tiene varios momentos de gran intensidad dramática. Uno es cuando lo
descubre el sargento inglés y el segundo, cuando ante la ausencia de los padres,
quienes tienen que hacer un viaje, y le piden a Yardena que vaya a cuidarlo. La
espera de Yardena lo llena de un nerviosismo que consume varias páginas de la
novela en elucubraciones ¡hermosas páginas! Y cuando Yardena (un minuto antes
del toque de queda, cuando Profi cree que no vendrá) llega y de inmediato se
pone a cocinar una cena para los dioses, como jamás ha visto Profi que cocine
su madre. Será esa velada tan memorable, pero desde su óptica no entenderá, después
que se va a dormir, esos extraños sonidos que le llegan del cuarto de Yardena.
La
novela es encantadora y emotiva que construye Amos Oz de sus vivencias
juveniles y logra un motivador argumento en favor de la hermandad, la armonía,
la paz entre los pueblos.
Definitivamente
Amos Oz en uno de los narradores más importantes de la literatura universal
contemporánea. Sigamos leyendo a Amos Oz.
Este
libro fue publicado en México por el Fondo de Cultura de México, cuyo costo en
diciembre (cuando lo compré) era de 90 pesos. Ahora que están de oferta, es
posible que se consiga a mucho menor precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario