miércoles, 12 de diciembre de 2018

EL PAN DE LA GUERRA


Jeremías Ramírez Vasillas

Generalmente se piensa que el cine de animación es sólo para niños, pero actualmente hay una enorme cantidad de películas de animación para adultos. Con esto no quiero decir que es animación pornográfica o erótica, sino películas que tienen una trama más compleja que a un niño le parecía aburrida e incomprensible, aunque la historia se trate de niños.
            Este es el caso de El pan de la guerra (The Breadwinner), en la que una familia que vive Kabul, Afganistán, sufren el acoso de los talibanes, que coartan la libertad de las mujeres de salir a la calle o ir a adquirir sus víveres si no van acompañados de un hombre. El padre de familia, antiguo maestro, lisiado de guerra que se quedó sin una pierna y en esas condiciones sólo puede trabajar como vendedor ambulante. Un antiguo alumno lo encuentra y lo acusa de enseñar herejías y es arrestado dejando en el desamparo a su mujer y sus hijas, pues él es el único hombre adulto de su familia pues su hijo mayor murió al pisar una mina y el que queda es un niño de unos 5 años.
Ante la ausencia del padre, la situación se vuelve desesperada pues no pueden ni siquiera comparar alimentos o ir por agua al pozo. Y ahora, su mujer y sus dos hijas tendrán que sobrevivir en estas circunstancias. Una de las hijas, Parvana, es una niña de 12 años, que intenta salir a la calle a conseguir lo que necesitan, pero como es niña, sufre el acoso de los varones. Desesperada, decide cortarse el pelo y vestirse de hombre y sale de nuevo a la calle. Al principio camina atemorizada pero poco a poco empieza a ver que nadie la molesta pensando que es un chico. Incluso, puede comprar los víveres sin problema o ir al pozo por agua.
            En una de sus salidas se encuentra con una compañera de clase que también anda disfrazada de chico. Ambas se unen para trabajar y para soñar con ir alguna vez a la playa. Pero el sueño de Parvana es liberar a su padre de la prisión o al menos visitarlo. Lo intenta, pero es violentamente rechazada. El disfraz de hombre no le sirve ni dando sobornos.
Un día se presenta un hombre que le solicita le lea una carta: es una carta fatídica en la que le anuncian que su esposa murió. El hombre, entristecido, se va sin tomar su carta y sin pagarle el servicio, pero al poco tiempo regresa y Parvana le da su carta y el hombre la recompensa con un pago extraordinario. Antes de que el hombre se vaya Parvana le pide ayuda para ver a su padre. El hombre le da el nombre de alguien que trabaja en la cárcel, y que cuando vaya diga que va de su parte. Cuando acude, la cárcel se ha vuelto un caos porque la guerra está ya encima y ellos enrolan a los presos que pueden pelear, pero asesinan a los que no. La puerta se abre y aparece el hombre de la carta y le dice que espere, que le traerá a su padre. En una secuencia dramática el hombre rescata al padre que ha sido electo para fusilarlo.
            Por su parte, su madre le ha mandado un mensaje a su hermano pidiéndole que la ayude a salir de Kabul y le ofrece a su hija mayor en matrimonio para su hijo. El hombre responde que acepta y cuando Parvana se ha ido a ver a su padre, un enviado del hermano de la madre ha llegado y las obliga a irse con él. La madre le ruega que espere a Pavana. El hombre se niega, la sube a su auto y se va, pero en el camino se le descompone el auto. Cuando le componen el auto, la madre se niega a continuar con él. Tienen un altercado y ella se defiende con un leño encendido. El hombre, ante la determinación de la mujer, se va.
            El dramatismo de la película es muy alto. E indigna el trato que los talibanes le propinan a las mujeres. A pesar de ello, la película es un poema al amor, al heroísmo, a la valentía de las mujeres que buscan vivir dignamente.
            El crudo drama de la película se hilvana una historia de heroísmo de un joven que lucha contra la opresión que sufren a causa del rey elefante y como va sorteando las dificultades hasta que logra vencerlos. Esta historia es contada por Parvana a su hermano pequeño para consolarlo y también se lo cuenta a su amiga en un momento amargo en la vida de ambas. Esta historia pinta de color y esperanza la historia.
            Cabe señalar que es una gran película, estéticamente muy atractiva. La historia fantástica que cuenta Parvana está en colores brillantes, mientras que su vida y su pueblo aparecen en un color prado, opaco, color tierra propio de una ciudad desértica.
            Es como si los vívidos colores de la fantasía contrastan rotundamente con la opacidad de la realidad, pero al mismo tiempo la embellecen.
            La historia árabe, la estética árabe hacen pensar que se trata de una películo medo oriental, pero resulta que es irlandesa-canadiense, y fue dirigida por Nora Twomey​, una directora irlandesa que ha estado involucrada en varios cortos de animación. La producción ejecutiva corrió a cargo de Angelina Jolie​ y Jordan Peele y está basada en un libro de la escritora canadiense Deborah Ellis. En el 2017 fue nominada al Óscar como Mejor Película de Animación.
No sé si llegó a los cines de Celaya, pero ahora está disponible en Netflix. Tiene una duración de sólo 94 minutos y no hay opción de poner el audio en español, pues seguramente porque el público al que va dirigido es adulto, por el tipo de historias que cuenta.


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