sábado, 6 de marzo de 2010

YO, LA PEOR



Mónica Lavin presentó este libro en el Centro Estatal de las Artes y comentaba las peripecias que tuvo que librar en el abordaje a un personaje monumental, un verdadero monstruo de las letras que ha impulsado a que muchos estudiosos de talento a dedicarle estudios profundos y a recibir los sobrenombres de El Fénix de América y La décima Musa.

Mónica Lavín no es una historiadora ni estudiosa de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Incluso ha habido literatos de gran talla que han escrito sobre sor Juana tales como Octavio Paz que publicó en 1983 Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. Mónica declara en el epílogo de este libro: “Confieso que no ha sido fácil. Que aproximarse a Sor Juana, a su vida, a su tiempo, a su deseo de saber por encima de todo e intentar darle vida, me pareció un atrevimiento. Aún me lo parece, por su estatura literaria, por ser motivo de estudio de los sorjuanistas (muchos le dedicado décadas de estudio), por ser un enigma y por los hallazgos continuos que van dando explicaciones, nuevos matices y renovadas dudas a un genio extraordinario en un momento de la Nueva España también singular. Pero el atrevimiento ha valido la pena".

El logro de este libro radica en la forma que decidió Mónica estructurarlo. En vez de usar la primera voz de Sor Juana o la tercera, decide la tercera persona pero de un puñado de mujeres que estuvieron a su lado, como aliadas, o como obstáculos. Y es loable ese intento de usar un puñado de voces y visiones para husmear la vida y acciones de Sorjuana. Se agradece la reconstrucción de un México que ya no vimos y que cuesta mucho imaginar, aun con grandes zonas llenas de agua teniendo como medio de transporte las lanchas. Pero también, las voces de los indígenas cuya lengua estaba viva y brotaba como agua en las gargantas de los mal llamados “indígenas”.

Mónica divide la novela en cuatro grandes momentos: infancia en su pueblo al pie de los volcanes, la juventud en la ciudad de México, su vida palaciega a invitación de la virreina Leonor Carreto, y finalmente su vida monacal.

La novela solo nos da breves destellos, pinceladas gruesas de momentos específicos de la vida de Sor Juana a través de los ojos de esas mujeres. Muchas de estas miradas están llenas de admiración; pero otras, llenas de envidia y odio. Sobresale en estas voces femeninas la voz, la única, de un hombre, pero la justificación de Mónica es que este hombre se disfrazó de mujer autodenominándose Sor Filotea, escudo para lanzar uno de los más fieros ataques a Sor Juana, ataque que ha llevado a especular como el principal motivo de que Sor Juana haya dejado de escribir en sus últimos años.

Se agradece a Mónica la posibilidad de asomarnos a la vida de un personaje importante en nuestra historia y en nuestro arte y a ese México ya inexistente.

Si bien es interesante y por momentos apasionante la lectura de este libro como el capítulo, cuando terminamos de leerlo queda un hueco en el estómago, como si hubiésemos comido un gran plato de verdura y no quedamos satisfechos. Quisiéramos habernos asomado con mayor contundencia a Sor Juana, a su trabajo monumental de escritora, a su defensa granítica en contra de todo en una época donde la mujer no era más que un instrumento, un objeto. Creo que a pesar de todo el esfuerzo de Mónica, se queda corta, su bisturí no logra ir más a fondo, al corazón, al hígado, a la médula ósea. No se si justo con este comentario, pero esa es la sensación que sentí al llegar a la página 379.


1 comentario:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=FCJJnA-sKyc&feature=related
    Dirección de la película "Yo la peor de todas"

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