domingo, 12 de mayo de 2013

JUGUETES DE AYER Y HOY



Hoy estuve jugando con un yo-yo. Y caí en cuenta de la diferencia de los juguetes de mi infancia (trompos, yo-yos, baleros, etc.) contra los actuales.

Aquellos se basaban en las leyes de la física. Y aunque no entendiéramos los principios nos fascinaba verlos en acción. El equilibrio del trompo gracias a la fuerza centrífuga o del yo-yo que podía patinar sobre la cuerda que lo sujetaba (un equilibrio con las fuerzas de la fricción que permitían que patinara cierto momento y luego entraban en acción para que el yoyo subiera enredando la cuerda sobre su eje de rotación. Los mejores ejes eran los de madera, aunque algunos metálicos hacían bien su trabajo y los mejores yoyos eran los Plastimarx o los que distribuía la Coca Cola) y gracias a lo cual se podían hacer figuras de fantasía: el perrito, el columpio, el salto mortal, etc.

Los juguetes de hoy se basan en las leyes de la electrónica. Para aquellos juegos se requería desarrollar habilidades motoras; para estos, habilidades mentales (las motoras no van más allá de los pulgares y aunque se desarrollan nuevas aplicaciones que intentan entrar más al terreno físico, al final no exigen del cuerpo más que tener unas nalgas bien desarrolladas y un par de pulgares con cierta destreza).

¿Qué son mejor? Unos dirán que aquellos; otros que éstos. A mi me gustan más aquellos, pero es sólo una cuestión de gustos. A estos ya les he visto algunos beneficios. Mi hijo aprendió inglés con los videojuegos, y bastante de historia medieval y griega. Con aquellos no pude aprender eso, pero me divertí y me alegra descubrir que la destreza para bailar un trompo o mover un yoyo sigue en mí a pesar de tanto años de no tomar un juguetes de esos en mis manos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...