domingo, 7 de julio de 2013

CINE Y UNIVERSIDAD


El cine, durante sus primeros 25 años de existencia, no fue considerado más que un vehículo de diversión, de entretenimiento (tal parece que Cinépolis y muchos complejos cinematográficos es el único concepto que tienen del cine. Al entregar el boleto nos dicen: “que se divierta”, pero el cine es más que eso). En 1920, tras la revolución soviética, Lenin lo consideró como uno de los instrumentos más importantes de educación. Este primario reconocimiento se verá refrendado posteriormente con la creación de los cine clubs.
            Desde sus primeros pasos, el cine demostró su capacidad didha encontrado un lugar permanente en ostrlub en la Universidad de Guanajuato. a las generaciáctica, Los Lumière, creadores de la cámara de cine, al mostrar al público sus primeros ensayos, se dieron cuenta que el cine abría horizontes y permitía ver las cosas desde otro punto de vista, incluso conocer lugares distantes y personajes lejanos sin tener que viajar. Por ello, no sólo abrió salas de exhibición sino además formó equipos de grabación (los primeros reporteros gráficos) para recorrer el mundo con sus cámaras y traerlo a los ojos de sus espectadores. Las cámaras de cine fueron entonces los ojos telescópicos de la gente. Y de esa forma, involuntariamente, estaba fungiendo como un vehículo de educación y de información.
            Cuando Meliès le descubrió al mundo que la cámara de cine también era un instrumento par expresar la imaginación, muchos artistas, encantados con el nuevo instrumento de expresión, crearon con este nuevo medio verdaderas obras de arte, obras que sirvieron a las generación siguientes para aprender. Estos ávidos de obras de arte pronto dieron pie para la creación de los cine clubs, que se convirtieron en las primeras escuelas de cine.
Cotta, Renzo (1977), en su Historia del cine club (Cuaderno de Cine nº 1. La Paz: Don Bosco) nos dice que “Los cine clubes surgen en Francia en 1920 como parte de este movimiento vanguardista europeo que se propone convertir el cine en un arte.
Dentro de este proceso tiene especial importancia el teórico y director francés Louis Delluc (1890-1924), cuya escuela agrupa a una nueva generación que busca dar al cine sus medios de expresión propios: Abel Gance, Germaine Dulac, Marcel L'Herbier y poco después Jean Epstein (quienes se convirtieron en grandes cineastas). Delluc, que en 1918 había iniciado la crítica de cine en el París-Midi, funda en 1920 Le Journal du Ciné-club y también una asociación del mismo nombre en la que podrían encontrarse realizadores y críticos para conocerse y discutir”.
            En México uno de los grandes impulsores del cineclubismo fue Manuel González Casanova (1934-2012), profesor y funcionario universitario, quien estudió Arte Dramático y posteriormente el doctorado en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Participó activamente en el cineclubismo a través del Cine-Club Progreso, fundado en 1952. Ese grupo editó el boletín periódico Cine-club y fomentó la creación de la Federación Mexicana de Cine-Clubs en 1955, de la que fue secretario.
En 1959, González Casanova se integró a la Dirección General de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México y organizó la Sección de Actividades Cinematográficas, para posteriormente, en 1960, fundar la Filmoteca de la UNAM. También estableció las 50 Lecciones de cine que sentaron las bases del CUEC, creado en 1963.
Este esfuerzo importante del maestro González Casanova detonó la creación de Cine Clubs en muchas las Universidades de nuestro país, pues reconocieron que el cine no es un mero espectáculo sino un producto cultural donde se plasma la radiografía de una sociedad. Impulsar al cine es impulsar uno de los instrumentos de auto conciencia más importantes, un gran instrumento educativo.


EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...