domingo, 31 de enero de 2010

CRONICA DEL PAJARO QUE LE DA CUERDA AL MUNDO


Este es un título extraño para una novela. Pareciera como si se tratara de un libro de acertijos, y en realidad creo que eso es esta extensa novela de más de 900 páginas, las cuales, sin embargo, se leen velozmente. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo es una de las novelas más entretenidas que he leído recientemente, es una novela adicción: es prácticamente imposible dejarla, opinión que comparten conmigo muchos lectores que han subido sus comentarios al respecto en los blogs.
El título me causó extrañeza. ¿Hay un pájaro que le da cuerda al mundo para que éste siga funcionando como si fuese un viejo reloj mecánico? Haruki Murakami no lo explica. Al principio de su voluminosa novela su protagonista, Tooru Okada, cuenta que ciertas mañanas cerca de su casa se detiene un pájaro que hace un ruido como si le estuviera dando cuerda al mundo. No sabe cómo es ni a qué especie pertenece pues nunca lo ha visto. Esta extraña ave fabulosa, fantasmagórica, extraordinaria, es una especie de señal para abrir las puertas de un mundo mágico que le permite al autor adentrarse a un mundo paralelo, cuasi onírico, pesadillesco, donde Okada deberá luchar contra fuerzas casi intangibles.
Tooru Okada es un hombre joven sin ambiciones y sin metas. Acaba de dejar su empleo: era asistente en una firma de abogados, pero renunció porque estaba aburrido. Y por lo pronto, sobrevive con el suelo de su esposa: ella trabaja y él se encarga del las tareas domésticas. Pero la novela no nos da tiempo de aburrirnos: de hecho inicia con un acto inusitado: una mujer le llama a Okada y al parecer sabe mucho de él, pero él no la conoce. Ella dice que le bastan 10 minutos para ponerse de acuerdo. Okada le cuelga. Más tarde ella vuelve a llamar y la charla deriva hacia el terreno sexual. Okada, incómodo, le vuelve a colgar. Poco después le llama otra mujer Malta Kanoo, quien ja sido contactada por Kumiko, esposa de Okada, a través de su hermano Noboru Wataya, un sujeto oscuro y maligno que irá haciéndose importante a lo largo de la novela. Esta mujer tiene ciertos poderes adivinatorios y Kumiko le ha encargado dar con el paradero del gato que se había perdido. Esta mujer, Malta Kanoo introduce a su hermana, Creta Kanoo, una mujer vestida como en años sesenta que aparece de pronto en los sueños de Okada teniendo relaciones sexuales. Pero los extraños acontecimiento se empiezan a volver en un lugar recurrente en esta novela que podríamos afirmar linda con lo fantástico. A partir del relato que el teniente le cuenta a Okeda este decide bajar al pozo que hay en una cas abandonada cerca de la suya, justo en la parte posterior de la casa de May Kasahara, una adolescente de 16 años que ha decidido dejar la escuela y trabajar ocasionalmente como encuestadora de una empresa fabricante de pelucas para caballero, y con quien mantendrá pláticas muy peculiares y cartas donde ella le cuenta su vida en un internado y luego cuando entra a trabajar en la fábrica de pelucas. En su primera visita pasa en el pozo varios días en ese ámbito empieza a entrara a una dimensión extraña: se ve penetrando a un singular hotel en cuyo cuarto 208 está la misteriosa mujer que le ha hablado por teléfono al inicio, a quien por cierto nunca descubre su rostro porque el cuarto mencionado siempre está en tinieblas. En estas incursiones va descubriendo un mundo de fondo que pareciera ser el mecanismo que le da cuerda al mundo, es decir, que lo sostiene y permite su imperturbable marcha. Y es a través de estos viajes “astrales” que logra liberar a su mujer del yugo a que ha sido sometida por su hermano, un prominente intelectual y político.
La novela, pese a esta recurrencia en lo fantástico retrata al mundo de Okeda de una manera tan familiar que resulta casi tangible: es imposible no sentirse identificado con las situaciones o con los personajes.
La novela está estructurada en tres grandes secciones, y subdividos a su vez en diversos capítulos donde se dan cita los diversos personajes que aparecen en la novela; el cuñado de Okada: Wataya, las hermanas Kanoo, Mary Samsara, el gato, el coronel, y los personajes misteriosos de la tercera parte: Nutmeg Akasaka y su hijo Cinnamon quienes ayudan a Okada a encontrar su camino y el éxito en él, trabajando para ella en algo que nunca sospechó Okada de que era capaz: resolver los problemas psicológicos y emocionales a las personas.
Definitivamente es una de las novelas más extrañas y fascinantes que he leído y quizá la vuelva a leer en un futuro no muy lejano. Por lo pronto, me llena de gozo haber encontrado a Haruki Murakama de quien ya había leído otra novela de sus novelas: After Dark (que en breve reseñaré). Y pronto estaré buscando Kafka en la orilla o alguna de sus otras novelas. Hasta pronto.

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...