jueves, 22 de noviembre de 2018

UNA RANA Y 28 ESCRIT0RES


Jeremías Ramírez Vasillas

El viernes 9 de noviembre, en la Feria Nacional del Libro de Celaya, 2018, que se instaló como en otras ocasiones en la Parque Xochipilli, se presentó el libro El tótem de la rana: catapulta de microrrelatos. La presentación estuvo a cargo de uno de sus compiladores, el escritor Pedro Omar Rivera, y dos de los autores: Camelia Rosío Moreno y quien esto escribe.
Este libro reúne 140 narraciones de 28 autores nacidos o radicados en Guanajuato, provenientes de Celaya, Salamanca, León, Guanajuato, San Luis de la Paz, Irapuato, Jerécuaro y Acámbaro.
Este libro éste se empezó a gestar por la inquietud del Dr. José Manuel Ortiz Soto, originario de Jerécuaro (escritor), pero radicado en la Ciudad de México, y el escritor Pedro Omar Rivera, originario de la ciudad de México, pero que radica en León; quienes, ante la ausencia de un libro de este género literario, se dieron a la tarea de convocar, a través de redes sociales, a los autores.
Hasta ese momento los antologadores no sospechaban quiénes y cuántos eran los escritores que cultivaban este género. Conocían a algunos. Una vez lanzada la convocatoria empezaron a llegar los textos. Algunos llegaron por invitación directa y la mayoría en respuesta a la convocatoria.
Los antologadores se sorprendieron de la cantidad de respuestas, la diversidad de registros en temas y formas y estilos de escritura y de edades y formaciones dispares, desde jóvenes de alrededor de los 20 hasta más de 60 años de edad, algunos con una larga trayectoria e incluso con premios nacionales hasta recién desempacados.
Pero la mayor y más grata sorpresa fue la calidad de los textos que en general es de muy buen nivel, en los que se encuentra ingenio, humor, buen manejo de recursos técnicos.
Cabe señalar que este género literario no es de fácil creación, pese a su brevedad que va desde una línea hasta una página.
Javier Perucho, prologuista de la obra, afirma que: “Luego de leer esta narrativa brevísima, las semblanzas de los autores y la bibliografía que complementa, queda la certeza de que Guanajuato es tierra de unos confabuladores habituados a convivir en una polaridad extrema, primero con unos seres momificados y luego a reivindicar la imaginación cervantina”.
Una vez revisados y seleccionados según los criterios de la convocatoria (mayoría de edad, envío de 5 textos cada uno, textos inéditos, extensión, origen de los autores), además de la calidad de los mismo, se dieron a la tarea de buscar una editorial. No fueron pocas puertas las que tocaron. Finalmente, tras un largo periodo, la editorial de la Benemérita Universidad de Puebla, en la colección “Ficción express”, aceptó publicar el libro básicamente por la calidad de las narraciones.
             Para ya no echar más rollo, reproduzco algunas de las narraciones muy breves que contiene este libro para que constaten lo antes dicho:

Se fue, Argelia Arjob, León.
“Él fingió que no la quería. Ella fingió que no lo quería. El amor les creyó y se fue”.

Quanaxhuato, Amaranta Caballero Prado, de Guanajuato, Guanajuato.
“El verde cerro croaba porque nubarrones anunciaban las lluvias, porque estaba en celo, porque tenía sed. Porque era un verde cerro. Y cada vez croaba más fuerte”.

Cosas de la libreta, Yumnia Duarte, Guanajuato.
“La pasta de dientes en su mochila me hizo pensar que tal vez no era una noche única, sino una de tantas”.

Compañía nocturna, Macaria España, Celaya.
“Ella nunca duerme sola, su cama está llena de fantasmas”.

Teorías abreviadas y extraoficiales acerca de los finales, de Úrsula Fuentesberaín, Celaya.
“Se enfurecieron cuando les tratamos de explicar que su mundo simplemente no estaba hecho para perdurar, que se suponía que fuera efímero, como esas cintas de Misión imposible que se autodestruían en 5, 4, 3, 2…”

Luz, de Víctor Islas, León.
“Al amanecer, el sol se llevó a la niña junto con él, de paseo por el mundo. Se convirtió en luz. Diría que en el pueblo no la volvimos a ver, pero eso no es cierto”.

Corazón cochinilla, de Fernando Luna, León.
 “Se enrosca al verte”.

Delirios de grandeza, Paola Mares, Salamanca.
“Ser el tiempo, aquel que guarda la memoria en los bolsillos, mientras te quedas dormida”.

Burbujas de jabón, Imylce Morales, León.
“Ahí estábamos, dos burbujas de jabón. Íbamos a ningún lado sin dirección. En un instante nos encontramos. De aquel instante nos hicimos nada, pequeños reflejos de luz”.

Indigente, Camelia Rosío Moreno, Jerécuaro.
“A diario se le ve por las calles seguido por un séquito de perros flacos como él, negándose a aceptar la limosna que le ofrecen. Hura aquí y allá, no sabe que los recuerdos no se encuentran en la basura”.

Preocupación, Jorge Luis Ochoa Crespo, León.
“En mi lecho de muerte murmuré las últimas palabras, rodeado de soledad y viejos muebles. Nadie se compadeció de este viejo. Grité, lloré con todas mis fuerzas y casi a punto de morir emití un último suspiro, y me di cuenta que aún no había nacido”.

Cuarto bat, Amelie Olaiz, León.
El pitcher estaba autorizado para mandarle dos bolas al emergente porque todos sabían que bateaba por ambos lados”.

Mortaja segura. Víctor Hugo Pérez Nieto, Acámbaro.
“Ya no pudo más con tanta pena, decidió expiar sus culpas y luego morir de manera irremediable. Lo primero que hizo fue darse de alta en el sistema de salud mexicano para que no existiese la mínima posibilidad de sobrevivir”.

Ramonerías (1). Alfonso Prado Soto, Irapuato.
“El pez se suicidó
saltando a tierra firme”.

Fiel, Jeremías Ramírez Vasillas, Celaya.
“Le fue fiel hasta la muerte… Oh, ¡qué hermosa era la muerte! Le sonrió y decidió que su esposa se quedara con vida”.

Regalo, Ignacio Sánchez Rolón, Salamanca
“—¡Qué lindo!, Pero, ¿cuánto te costó?
            —Se puede decir que un ojo de la cara. —Un hilillo de sangre salía del hueco de su rostro”.

Vida en marte, Laura Zacanini, León.
“Mis papás son terrícolas, pero yo nací marciano”.

Esta es una pequeña muestra del contenido de este libro. Como dije anteriormente, contiene 140 narraciones, de extensiones diversas, que van desde estas muestras diminutas, hasta un solo relato de 350 caracteres.
El libro aún se puede conseguir en la librería de la Universidad ubicadas en Av. Don Juan de Palafox y Mendoza 229, Centro, teléfono: (222) 2 29 55 00 ext. 3220, y CCU BUAP, Vía Atlixcáyotl 2299 Puebla, Pue. CP 72810, teléfono: (222) 2295500 Ext. 2663


viernes, 16 de noviembre de 2018

LAS AVENTURAS DE SHERLOCK HOLMES Arthur Conan Doyle


Jeremías Ramírez Vasillas

Cuando leí por primera vez Las aventuras de Sherlock Holmes en un volumen editado por Editorial Porrúa (No. 345) quedé alucinado por su deslumbrante capacidad deductiva a partir de indicios tan obvios, que me hizo ver mi pobre capacidad de observación. Después de terminar ese libro, influido por Holmes, puse en práctica sus métodos para sorprender a mis amigos, principalmente a las muchachas que me gustaban. Funcionaron.
            Me había resistido a leer esos cuentos de Conan Doyle porque creí que era literatura de evasión. Pero un día que estaba sin trabajo en mi oficina, en el DF, fui a una librería que estaba a una cuadra. Y lo primero que vi en una mesa que estaba a la entrada fue ese volumen de Sepan Cuantos. Lo abrí y empecé a leer; me enganchó de inmediato. Lo compré y regresé a mi oficina a seguir leyendo. Devoré el libro y me volví admirador de este singular investigador harto enclichetado por el cine y la TV.
            Esa experiencia de lectura fue hace unos 35 años. Y guardé en mi memoria ese grato encuentro con Sherlock Holmes. En El extraño incidente de un perro a media noche, de Mark Haddon, que recién reseñé, el personaje principal, Christopher, decide investigar quién mató al perro de su vecina, siguiendo los métodos de su admirado Sherlock Holmes. Él menciona particularmente a Los perros de Baskerville, quizá la mejor aventura de Holmes. Entonces se me antojó leer de nuevo esas aventuras. Buscando entre mis libros encontré un pequeño volumen que compré hace unos diez años. El AM distribuía, a través de los puestos de periódicos, una colección de libros a precios módicos. Eran parte de una bellísima colección de libros de pasta dura, con una elegante cubierta de papel couché. Al parecer era saldos de un tiraje monumental de la editorial Sol, una editorial española, publicado a solicitud de un programa gubernamental, pues trae una leyenda en la cubierta que dice: “Plan de fomento a la lectura de Extremadura. Biblioteca de la literatura Extremeña y Universal”. Y es muy probable que los sobrantes tuvieron que rematarlos en la misma España y allende sus fronteras, y gracias a ello, los lectores mexicanos pudimos beneficiarnos de esas hermosas ediciones.
            El volumen mencionado incluye siete historias: La aventura de los seis napoleones, La aventura de la escuela de la prioría, La aventura de los lentes de oro, La aventura de Abbey Grange, La aventura de los muñecos danzantes, La aventura dela casa vacía y La aventura de la ciclista solitaria.
            En La aventura de los seis napoleones se han robado bustos de Napoleón en diversos lugares, y el ladrón los destruye cerca del lugar del robo. Son bustos de yeso de poco valor y la policía cree que es alguien que odia obsesivamente a Napoleón (una hipótesis muy chafa). Pero Holmes difiere y cree que hay algo más. Siguiendo ciertas pistas descubre que el ladrón es un antiguo artesano quien fabricó estas obras de yeso, quien además tenía un pasado delincuencial, y quien tenía un buen motivo para robar su propia obra y destruirla.
            En La aventura de la escuela de la Prioría, han secuestrado a un alumno y la policía está desconcertada porque también ha desaparecido un profesor. Holmes indaga y pronto descubre que detrás del caso hay un problema familiar.
            En La aventura de los lentes de oro, el ayudante de un investigador de origen ruso avecindado en Inglaterra, ha sido asesinado en la casa del investigador. Y Holmes, a partir de unos lentes que el asesino perdió en la escena del crimen, y que encontró la policía, construye el perfil del asesino, y descubre que éste no pudo escapar y que está escondido en un lugar secreto de la casa.
            En La aventura de Abbey Grange, un hombre (cruel y alcohólico) es asesinado en su propia casa, prácticamente ante los ojos de su mujer. Holmes descubrirá una situación amorosa que mantiene su esposa con el asesino, pero quien, en caso de ser castigado, causará más problemas que si queda impune. Holmes decide no denunciarlo.
            En La aventura de los muñecos danzantes, un hombre empieza a descubrir extraños dibujos en papeles que llegan a su casa y que, además, han sido inscritos en diversos lugares de su casa. Son dibujos, al parecer, hechos por una mano infantil. Holmes descubrirá que se trata de una escritura secreta y con una artimaña inteligente logran capturar al culpable.
            En La aventura de la casa vacía, Holmes defiende su vida fabricando una ingeniosa trampa para capturar a sus persecutores. Es la única historia donde su habilidad como investigador la utiliza como defensa, sin embargo, es la historia más débil: inicia con la muerte de un joven y la historia vira sorpresivamente con la aparición de Holmes, que se creía estaba muerto (tras tres años de ausencia). El final, con un simple comentario, define el desenlace de la historia. Me pareció que Conan Doyle se olvidó de narrar para entrar en el terreno de las explicaciones.
            Y en La aventura de la ciclista solitaria, una joven es acosada por dos hombres quienes, supuestamente, tras la muerte de su padre, su tío —que también acaba de morir en África— les encomienda que se encargue de su cuñada y su sobrina, las cuales han quedado desamparadas. En realidad, el tío les ha dejado una fortuna y estos hombres buscan casarse con la sobrina para quedarse con la herencia. También me pareció un cuento flojo y con un final apresurado.
            En suma, el deslumbramiento de la primera lectura se me ha diluido Me parece que ahora hay cuentistas y novelistas del género de investigación policial que ha superado a Conan Doyle, aunque nadie le pueda ya arrebatar el mérito de ser el precursor de este género, y cuyas historias han acaparado la mayor parte de los lectores, y han logrado trascender a través de varias adaptaciones cinematográficas y variantes en series en la que Holmes usa la alta tecnología en su trabajo de investigación.


EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...