sábado, 13 de octubre de 2018

EL GRAN GIGANTE BONACHÓN Roal Dahl


Jeremías Ramírez Vasillas

El territorio donde la literatura fantástica se desarrolla plenamente es en la literatura infantil. Ello se debe, creo yo, a que el adulto va perdiendo esa capacidad imaginativa que en el niño está presente de una manera muy vívida.
Con los adultos, obviamente, hay muchas excepciones. Aquellos que la vida adulta (o la educación escolarizada) no les mata la curiosidad, la capacidad imaginativa sigue casi intacta como en la infancia. Roal Dalh es un ejemplo de un adulto al que no le mataron la curiosidad y la imaginación. Ambos aspectos son los que nos permite disfrutar plenamente la vida y el arte fantástico. Por el contrario, alguien que carece de imaginación, no es curioso, no se asombra de las maravillas que se le presentan ante sus ojos.
            Esto explica por qué la literatura de Roal Dalh es eminentemente fantástica pues su principal público son los niños. Y aunque usted nunca haya oído su nombre ni nunca haya leído uno de sus libros, algunos de sus títulos seguramente se le harán conocidos: Los Gremlins, Charlie y la fábrica de chocolate, Jim y el durazno gigante, Matilda, Agutrot, pues seguramente le recuerdan títulos de películas. Esas películas se basaron en sus libros.
Cabe señalar que Dahl no sólo escribió libros infantiles sino también para adultos. Estos son algunos títulos: Relatos de lo inesperado, Mi tío Oswald, La venganza es mía, Génesis y catástrofe, Historias extraordinarias y El gran cambiazo., además de escribir guiones para cine y televisión y una obra de teatro y varios libros de poesía para niños.
            Roal Dahl nació en 1916 en Inglaterra, hijo de padres noruegos, y murió en 1990. Fue un hombre afortunado con una envidiable carrera literaria y aún más envidiable inicio. Su primer cuento, Pan comido, en el que describe su terrible accidente con un Gloster Gladiator (avión caza biplano, pues Dahl fue un tiempo piloto de la fuerza aérea inglesa) en el desierto. Este cuento fue publicado por Saturday Evening Post el 1 de agosto de 1942, y como tuvo gran éxito, le pidieron otro y otro, y en breve ya era un escritor popular que lo llevó incluso a departir con el presidente de Estados Unidos de este tiempo: Franklin D. Roosevelt.
            Ahora bien, entrando en materia, déjenme decirles que El gigante bonachón (1982) es uno de los libros más simpáticos, estrambóticos, lúdicos, totalmente patas para arriba que he leído. La historia no es nada verosímil. Una noche, Sofía, una huérfana, no puede dormir. Se levanta y observa la calle vacía. De pronto, algo extraño hace su aparición: un gigante que trae una especie de trompeta y se asoma a las ventanas de las casas por las que introduce su trompeta. De pronto, se da cuenta que la niña lo observa y sin dilación, pese a que ella se esconde en su cama, la toma, con todo y sábana, y se la lleva. Ella, temerosa, no sabe qué le sucederá. El gigante, a grandes trancos, viaje velozmente, atraviesa países y parajes extraños hasta que llega a una cueva en donde vive, en el país de los gigantes. Sofía, temerosa, cree que el gigante le hará daño, pero pronto descubre que es un gigante bueno, un gigante más que bueno, “bonachon”. Ah, pero en ese lugar viven más gigantes que nada tienen de bonachones sino de bestias feroces que miden el doble del tamaño de bonachón. En el país de los gigantes bonachón es un enano. Pero además lo otros gigantes comen seres humanos, que hurtan de vez en vez de diversos países, y que catalogan por sabores peculiares y estrambóticos. Bonachón, por su parte, sólo come vegetales, de hecho, un vegetal: una especie de pepinos que saben horrible. Pronto Sofía se convierte en amiga de Bonachón, quien además la cuida y protege de los otros gigantes, y descubre que este gigante tiene una afición noble: colecciona en botellas sueños hermosos que por las noches inyecta a los niños con su enorme trompeta. Para detener la masacre de humanos por parte de los gigantes malos, Sofía urde un plan en la que involucra a la reina de Inglaterra. Ya no les cuento el final para que ustedes lean en qué termina la historia.
            Pero sí les diré que este libro es de una lectura muy agradable y que, además, tiene un delicado equilibrio: cada capítulo se abre a situaciones sorpresivas, poco previsibles por el lector y deja (aunque no es su intención) un claro mensaje: la bondad, el amor al prójimo, tiene una dulce recompensa.
            El libro ha sido llevado a la pantalla varias veces: En 1989, se filma por primera vez en dibujos animados. Esta película fue dirigida por Brian Crosgrove. En el 2016 se vuelve a filmar, pero ahora con actores vivos, producida por la Casa Disney y dirigida por Steven Spielberg, y titulada The BFG, como se titula el libro en inglés. Esta última adaptación fílmica se ve muy interesante, al menos tiene una estupenda producción y buenos efectos especiales.
            El libro fue publicado por Alfaguara, en su colección “Clásicos”, y ambas películas las puede usted encontrar completas en el Youtube, aunque con una pésima calidad de imagen (bastante pixeleada) y con el tamaño de cuadro mutilado. Y la de Spielberg, además, con el molesto doblaje español de España.


viernes, 5 de octubre de 2018

CUMBRES BORRASCOSAS Emily Brontë


Ningún libro me había sumido en la rabia, en la desesperación, en la desolación, como Cumbres borrascosas. Esta novela es la expresión más cruda de la insania mental y moral, el machismo a ultranza, la vejación inhumana y la rabia e impotencia al ver como los personajes se hunden en la perdición sin considerar el precipicio al cual se dirigen.
Los primeros dos capítulos sirven de introducción; una introducción un tanto artificiosa. Un hombre llamado Lookwood alquila una casa de campo, La granja de los tordos, sin decirnos jamás por qué se va a vivir a ese lugar solitario y un tanto desolado, y cuál es el motivo de empeñarse en visitar a su hosco casero, el señor Heathcliff. Y no sólo eso, sino que se empeña en regresar pese a que Heathcliff le expresa de varias formas que no es bienvenido.
Al parecer, la razón de este par de capítulos es sólo para que a la autora introduzca de manera justificada a la ama de llaves, la señora Ellen Dean,
para que le cuente a Lookwood la turbulenta historia de su casero. Ella, como testigo ocular, le narra con un derroche de detalles la historia recordando frases, diálogos, descripciones en tal abundancia que abruma. Hay momentos que se siente que la historia avanza a cámara lenta. Ella prácticamente se extiende un 90% de las 448 páginas. Lookwood, como narrador, regresará hasta los capítulos finales para que sepamos algunos incidentes desde su punto de vista. Pero aún en estas circunstancias, es la ama de llaves la que lleva el relato a su conclusión.
La novela narra la historia de dos familias que fatalmente quedan emparentadas: los Earnshaw y los Linton. Los Earnshaw viven en Cumbres borrascosas quienes han procreado dos hijos: Hindley y Catherine; mientras que los hijos de Linton son Edgar e Isabella. Son dos familias equilibradas. Pero el elemento perturbador llega temprano cuando el señor Earnshaw recoge a un niño huérfano: Heathcliff, y lo hace miembro de su familia. Al principio Hindley y Catherine lo repudian y lo maltratan. El silencioso Heathcliff aguanta todo. Cuando crecen, Hindley sigue enemistado con Heathcliff, pero no así Catherine quien desde niños entablan un vínculo estrecho que se convertirá, cuando ya son mayores, en una relación pasional enfermiza. A pesar de ello, Catherine se casa con Edgar Linton, y con ello empiezan los problemas. No elige a Heathcliff porque es pobre y con su matrimonio pretende acumular cierta riqueza con la cual proteger a Heathcliff. Este huye adolorido y años más tarde, rico y vengativo, regresará para destruir ambas familias. Tan pronto llega se irá a vivir a Cumbres borrascosas, y poco a poco se apodera de la finca, hundiendo a su otrora enemigo, Hindley, en la miseria moral y económica, facilitada por la desolación ante la muerte de su esposa. Luego, entablará una relación estrecha con Catherine (aunque no hay sexo de por medio), y luego rapta a Isabella, con quien tiene un hijo.  Y se la lleva a vivir a Cumbres borrascosas donde le da una vida de perros. Antes de que nazca su hijo, Isabella huye y nunca regresa más. En el exilio familiar tendrá a su hijo y lo criará hasta su muerte, cuando el niño tiene apenas 12 años. El niño lo recoge su tío Edgar, pero como padre, Heathcliff, lo reclama para sí. El niño decepciona a su padre porque es enclenque y apocado.
Catherine, por su parte, tiene una hija de Edgar que cuando nace, ella muere de manera terrible. La hija es cuidada por su padre quien le otorga una delicada educación.
Para apoderarse de ambas fincas, Heathcliff urde un plan perverso: que su hijo y la hija de Catherine se casen
En ese proceso se dan una infinidad de situaciones crueles y terribles, en donde se ve como los personajes van respondiendo a los perversos planes del Heathcliff, y no hay poder humano que le ponga coto. Cargado de odio hacia todos y hacia él mismo, se va acrecentando su pasión por Catherine a quien sigue idolatrando después de muerta. Sueña con ella, vive para ella, le reza, y busca que a final termine sepultado a su lado.
Sorprende el nivel narrativo y el clima ominoso creado por la joven Emily Brontë, una mujer sencilla, ávida lectora, quien vivió casi recluida en su pueblo, Haworth, y en su casa. En la novela retrata a detalle la vida de su pueblo, sus costumbres y el tipo de vida que tenían en esos parajes de Yorkshire de mediados del siglo XIX. La novela inicia en 1845 cuando tenía 27 años. Fue la única novela que escribió pues murió de tuberculosis a los 30 años. En su pueblo natal hay una estatua de ella y sus hermanas, muy cerca de su casa que ahora es un museo.
            La novela fue publicada en 1846 con pseudónimo, pues en ese tiempo no se les permitía a las mujeres publicar libros. Fue tal el éxito que pronto se tuvo que revelar a la autora, y desde entonces ha gozado de una gran popularidad tanto su libro como ella.
Yo compré el libro en mis albores como lector, hace ya muchos años, en una edición sencilla, pero nunca me atrapó, quizá por la tipografía pequeña de la edición barata de Bruguera, y el interlineado muy cerrado; y quizá también porque pensaba que era un libro para mujeres adolescentes. 
            Recién encontré una edición muy atractiva de Penguin Clásicos, reeditada en México por Random House, y la empecé a leer. Repito, no me gustaron los dos primeros capítulos. Pero a partir del tercero ya no la pude soltar, aunque estuve tentado en abandonarla varias veces. Me causaba horror que los débiles personajes se iban hundiendo en la miseria, que trata de redimir con un final feliz.
La novela ha sido llevada unas catorce veces al cine. Quizá la más versión más popular ha sido la de Hollywood, dirigida por William Wyler en 1939. Y para sorpresa mía encontré que incluso hay una versión de Luis Buñuel que filmó en 1953 con el título Abismos de pasión. Otro cineasta que me llamó la atención es Jacques Rivette (un gran cineasta francés) que la filmó en 1985, con el título: Hurlevent. Y aún más me sorprendió fue encontrar a mi admirada Juliette Binoche en el papel de Catherine en la película de Peter Kosminsky, filmada en 1992.

            No sé si recomendar la novela. A quienes el maltrato y la brutalidad contra las mujeres nos horroriza, no es un libro recomendable. Pero si hay alguna mujer que este libro le permita tomar conciencia y evitar caer en situaciones esclavizantes y denigrantes y de manipulación, por leves que sean, entonces creo que esta novela puede hacer una buena aportación al respecto.

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...