lunes, 29 de enero de 2018

FLORES DE SOMBRA

Jeremías Ramírez Vasillas
Esta novela fue escrita por el escritor judío Aharon Appelfeld. Es una de las novelas más tristes y paradójicas que he leído. Hugo es un niño judío de 11 años que ante la amenaza de que los alemanes lo capturen su madre, primero lo esconde en un sótano. Cuando ella misma está en riesgo de ser atrapada, huye con Hugo del Gueto en donde los tienen los alemanes recluidos y lo lleva con una prostituta para que lo esconda y cuide. Mariana, la prostituta, agradecida por la ayuda que en momentos difícil ha recibido de la madre de Hugo, accede gustosa.
Gran parte de la narrativa de la novela transcurre en el cuarto en el que Hugo ha sido escondido. Es su oído infantil quien contará lo que sucede en el burdel, sin entender muchos de los ruidos ni de los diálogos brutales.
Más de un año permanecerá allí, recibiendo una atención errática pero amorosa de Mariana. Una atención incierta y llena de ausencias y amenazas. Pero allí Hugo descubrirá el bien y la misericordia, el amor y la solidaridad, la alegría y la tristeza, la fortaleza y la vulnerabilidad y fragilidad de la vida, la esperanza en la desesperanza, y la fe en Dios.
No, no se equivocó la madre de Hugo de ponerlo en las manos de una mujer que tal vez (pensarían muchos) son las menos recomendables para un niño que pronto llegará a la adolescencia, al despertar sexual. Pero esta mujer le enseñará la pureza del amor, de la bondad y del amor a Dios.
Cómo no amar a Mariana y cómo no sufrir con ella ante un final funesto que se presiente en toda la novela.
Flores de sombra muestra el lado humano, demasiado humano de las prostitutas, ese lado ignorado principalmente por los clientes que sólo ven en ellas un objeto de descarga placentera, un objeto de su egoísmo, sin considerar que ellas son seres que sienten, que sufren, que aman, que sueñan, que anhelan un poco de Mariana se ve a sí misma como un simple colchón al que se le montan y estrujan sin considerar a la mujer que usan y abusan.
Appelfeld puede hablar así de las prostitutas porque cuando niño fue llevado junto con su padre a un campo de concentración, del cual huyó y cayó en manos de asesinos y prostitutas, quienes lo cuidaron y protegieron hasta el fin de la guerra.
Es una novela entrañable, escrita con el corazón en la mano, un homenaje tristísimo a esas mujeres que vemos como seres infrahumanos, basura social... Una novela homenaje a estos valientes seres que también fueron heroínas en una época brutal. 
Aharon Appelfeld murió el 4 de enero de este año y es hasta hora que descubro a este grandísimo escritor judío. Vale la pena leer su obra.

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