Jeremías Ramírez
Vasillas
No se trata de una película de
ciencia ficción (el título de la película puede dar esa idea) sino de una cinta
biográfica. Cabe señalar que el cine biográfico tiene una virtud: contextualiza
los hechos sobresalientes de una persona sobresaliente, es decir, al hombre en
su circunstancia tanto social, política, familiar, etc., y no sólo pone en
imágenes información fría y distante, como muchos documentales científicos
harto aburridos.
Y en este género hemos
podido ver grandes científicos, como Stephen Hawking, en La teoría del todo, 2014); escritores, como Virginia Woolf en Las horas, 2002; pintores, como Henri de
Toulouse-Lautrec en Lautrec, 1998;
líderes sociales, como Gandhi (Gandhi,
1982), políticos como Winston Churchill en Las
horas más oscuras, 2017; próceres como Simón Bolívar en la película de
animación Pequeños héroes, 2017;
exploradores como Percy Fawcett (quien desapareció en las junglas de Brasil en
1925, buscando la ciudad de Z, una ciudad perdida), en The Lost City of Z, 2017), entre muchísimos otros.
Recientemente
Netflix ha estrenado la película El
hombre que conocía el infinito (The Man Who Knew Infinity, 2015) que narra
la vida del matemático hindú Srinivasa Ramanujan (1887-1920), quien
prácticamente logró desarrollar, de manera autodidacta, sus teorías matemáticas
en su natal india, en la ciudad de Madrás, bajo circunstancias sumamente
precarias. En esa ciudad vivió gran parte de su vida.
Este hindú fue
comparada su genialidad, su talento —al menos en la película—con el Newton.
La
película inicia con la reflexión que hace el profesor G. H. Hardy (1877-1947)
(matemático británico quien formuló La
teoría de la desigualdad Hardy)
sobre Ramanujan, y afirma que él no fue quien lo formó, sino él mismo
desarrolló su genialidad.
Dicho lo
anterior, la película hace un retroceso en el tiempo (flash back) para
contarnos la vida de Ramanujan en Madrás, sus dificultades para conseguir
trabajo al tiempo que se dedica a llenar cuadernos con fórmulas matemáticas
desarrollando sus ideas que revolucionarán las matemáticas a inicios del siglo
XX. Finalmente logra encontrar un empleo como contable donde, sus jefes, lo
alientan a que busque quién entienda sus ideas y las divulgue al mundo, pues creen
que es un desperdicio que los conocimientos brillantes de este genio no se den
a conocer al mundo. Y ellos logran ponerlo en contacto con G. H. Hardy, uno de
los más eminentes matemáticos de ese entonces (1916-17 aproximadamente) quien
se desempeñaba como investigador y profesor en el Trinity College.
Ramanujan
le envía una carta a G. H. Hardy solicitándole su apoyo para publicar sus
hallazgos y le envía una muestra de su trabajo. Hardy, sorprendido, lo invita
que vaya a Inglaterra, al Trinity College. Ramanujan viaja a Inglaterra y pasa
en ese país cinco largos, difíciles, tormentosos años, pues no sólo lo ataca el
racismo de los ingleses quienes lo discriminación, pasa además por periodos de
una terrible enfermedad y la nostalgia hace lo propio porque ha dejado en
Madrás a su madre (viuda) y a su esposa. Y, además, esos cinco años coinciden
con la Primera Guerra Mundial en los que Inglaterra se ve envuelta en el
conflicto y el colegio se convierte en un bastión militar.
Si
bien, Hardy y algunos otros profesores se entusiasman con los hallazgos de
Ramanujan, lo tratan con dureza y hasta con crueldad. Pero quizá lo más
doloroso para él es el conflicto que se da entre él y Hardy que le exige
someter sus teorías a la rigidez de las reglas de la presentación de documentos
científicos, al que se agrega un conflicto cultural: Hardy es ateo, pero no
Ramanujan, quien es descendientes de brahamanes (casta sacerdotal) y quien
asevera, ante el interrogatorio insistente de Hardy por revelar de dónde vienen
sus ideas, le dice que son revelaciones de una de las diosas a la cual es
devoto. Ella pone en su mente las ideas, es decir, son revelaciones divinas más
que productos de procesos racionales. Esta declaración incomoda a Hardy, pero
al final reblandece de alguna manera su ateísmo pues cuando le otorgan el
reconocimiento a Ramanujan, Hardy da un discurso de defensa y humildemente
declara que quién es él para cuestionar a Ramanujan y a Dios.
Gracias
a sus hallazgos en la fórmula finita para calcular las particiones de los
números, le permiten ser admitido (no sin dificultades por su origen hindú) en
la Royal Society.
Desafortunadamente
para la ciencia y para el propio Ramanujan, éste se contagia de tuberculosis y la
enfermedad pone freno a su meteórica carrera. Si bien logra recuperarse para
pujar por la culminación de sus hallazgos y por entrar a la Royal Society, y
puede regresar a su patria y a su familia, sólo será por un breve tiempo pues
muere un año más tarde de regresar a la India a la edad de 33 años.
Cabe
agregar algunos datos interesantes: durante su estancia en el Trinity College
(en cuyo patio, dice en la película, está el árbol de manzanas donde Newton
descubrió la ley de la gravitación universal) convergen grandes pensadores y
científicos como Bertrand Russell (1872-1970), filósofo, matemático, lógico y
escritor británico ganador del Premio Nobel de Literatura y conocido por su
influencia en la filosofía analítica, sus trabajos matemáticos y su activismo
social y antirreligioso.
La película fue dirigida por Matt Brown, un
director con una corta filmografía, logra un retrato bastante correcto, sin
alardes técnicos o narrativos; sin embargo, deja de lado muchos datos del
Ramanujan, y minimiza el contexto y las circunstancias en Inglaterra.
Quizá ayudaron al
logro de la película las interpretaciones de actores experimentados como el
irlandés Jeremy Irons y del hindú Dev Patel, quien da vida a Ramanujan.
Esta película es
una de las gratas sorpresas de los estrenos de fin de año de Netflix. No sé
cuánto tiempo estará en la plataforma, de modo que si usted quiere conocer a
una mente brillante no deje de ver El
hombre que conocía el infinito.
FICHA TÉCNICA:
El hombre que conocía el infinito (The
Man Who Knew Infinity, 2015, Reino Unido). Dirección:
Matt Brown. Argumento: Robert
Kanigel. Guión: Matt Brown. Fotografía: Larry Smith. Actores: Jeremy Irons, Dev Patel, Toby
Jones, Stephen Fry, Jeremy Northam, Kevin McNally, Enzo Cilenti, Shazad Latif,
Devika Bhise, Padraic Delaney.