lunes, 6 de enero de 2014

EL FRÍO

No creo que este año sea más frío que otros; pero ahora lo siento más. Y como todo suceso nos conecta a otros, me hizo recordar algunos pasajes literarios donde el frío es muy vívido: en el Dr Zhivago, Boris Pasternak pinta una memorable escena cuando Zhivago llega a una casa congelada. Dentro, todo es hielo y tiene un hallazgo feliz: encuentra un fajo de papel blanco. Entusiasmado empieza a escribir. Y me pareció muy acertada la versión fílmica de David Lean de esta misma escena.

Otro pasaje que me vino a la memoria fue el inicio de Frankstein, cuando el Dr. Víctor F., persigue a su creación en el Polo Norte (creo) en un barco que navega en aguas congeladas.

Y también recordé una novelita de entretenimiento: El país de las sombras largas, de Hans Ruech, que versa sobre los esquimales. Me gustó la forma en que Ruech describe esos parajes helados.

Dan ganas de leer este tipo pasajes abrigados en casa con un buen café o un buen chocolate caliente, como que el frío externo hace mas realistas estos pasajes. 

Les recomiendo ampliamente Dr. Zhivago, una de las mejores novelas amorosas que he leído. Boris Pasternak era un gran escritor, definitivamente, y un gran poeta.

Saludos congelados.



jueves, 2 de enero de 2014

CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE

El fin de año (2014) el DF me hizo sentir como si fuera parte de la distopía fílmica, Cuando el destino nos alcance  que vi en mi época preparatoriana y que en ese momento me llenó de angustia y me provocaron pesadillas que por varias noches me atormentaron.
    Cuando el destino nos alcance (cuyo título original es Soylent Green, y que dirigida por Robert Fletcher, 1973) es una película que vi en una desaparecida Sala de Arte en la Zona Rosa, un día que me fui de pinta del trabajo. La función fue a las 10 de la mañana. La cinta narra una historia ubicada en el año 2022 (estamos a 8 años de esta fecha) en la que los árboles y las plantas ya sólo se pueden ver en un jardín museo.
    Los protagonistas son un policía llamado Robert Thorn (Charlton Heston) quien vive con su amigo "Sol" Roth (Edward G. Robinson), un anciano ex profesor que rememora el pasado, cuando el planeta era habitable y existía suficiente alimento para todos. En el momento que narra la película la gente vive y duerme hacinada en las calles y sólo unos cuantos privilegiados (la clase media) tienen decrépitos cuartuchos y los muy ricos lujosos departamentos, como siempre.
    No sé que año era cuando la vi, tal vez 1974 ó 75. La película recién se estrenaba. Me impactó de tal manera que salí del cine y me fui de inmediato a Chapultepec como queriendo absorber todo lo que podía del bosque más entrañable para mí. Tirado en el pasto pensaba lo triste que sería llegar a esa situación.
    Este año (2014), no sé si por la pena que me embargaba, me sentí agobiado por los turbulentos ríos de gente en las calles, miles de coches prácticamente varados en las grandes avenidas, avanzando a pequeños empujones. 
    Quizá otro aspecto de la película que me impactó fue que Sol (el viejo profesor) había nacido en el mismo año en que yo nací. Cuando yo tuviera su edad, ¿así sería el mundo? Creo que no. 
    Es muy probable que en 8 años no lleguemos al extremo de alimentarnos de nosotros mismos, siendo procesados como galletitas verdes, aunque si somos alimentados con comida industrial harto dañina. 
    Tal vez no vea la gente durmiendo en los callejones o en los quicios, pero en la ciudad donde nací siento que se acerca peligrosamente a esa situación. Ya no es una ciudad vivible, a pesar de todo su encanto. 
    Me preguntaba, viendo los enormes ríos de gente, si este caos se ve en vacaciones, cuando muchos de sus habitantes salen de la ciudad, qué sería en la cotidianidad laboral. Ahora entiendo la desesperación de los citadinos ante los bloqueos y las manifestaciones, que hacen más tortuoso su traslado.
    Considerando que donde actualmente vivo aun no hay aglomeraciones de este tipo, concluyo que sí, vivo mejor en Celaya... aunque extrañe hasta le médula mi ciudad. 
    
NOTA DEL 2020: Vivía, hasta que la violencia tomó a Celaya y todo Guanajuato por asalto.

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...