martes, 27 de julio de 2010

HISTORIA DE MÉXICO EN LA LITERATURA


Desde hace mucho tiempo me he preguntado por qué la historia de México es muy aburrida. Cuando estaba en la secundaria (No19 en Cuajimalpa) la historia mundial hacía que mi imaginación volara, no así la de México.
Recientemente me he impuesto la tarea de escribir una serie de relatos obre la historia de México. Para ello, me he puesto a leer cuanto he podido y de las páginas de los libros he localizado algunas anécdotas que prometen ser vetas para catapultar la imaginación.
De todos los libros que he consultado y leído, me he encontrado que los que ostentan un perfil académico están hechos como una ciénaga pantanosa. Están anegados de datos inútiles, escritos con una prosa paquidérmica, y una sintaxis, madre mía, para apedrear a un perro. No así lo que escribieron narradores o periodistas. Estos libros surcan los hechos históricos con una gracia y una ligereza profunda que hacen que los hechos históricos se hagan visibles y palpables.
El primer librito intenso que leí fue La Ruta de la Libertad, de mi querido maestro Fernando Benítez. Sus clases eran un verdadero viaje alucinógeno. Flaquillo como un pájaro, colgando de su nariz sus gruesos lentes, siempre enfundado en su traje gris de lana, mientras le coqueteaba a las compañeras, nos contaba de sus aventuras alucinantes con María Sabina.
En La ruta de la Libertad don Fernando toma su automóvil y viaja a Dolores Hidalgo, y mientras despliega ante nuestros ojos los paisajes que se le van presentando en su viaje siguiendo los pasos de Hidalgo desde Dolores hasta Chihuahua, pasando por diversos puntos intermedios: Atotonilco, San Miguel, Celaya, Guanajuato, Morelia (Valladolid), el Monte de las cruces, Aculco, Guadalajara, Saltillo, Chihuahua, Benítez va abriendo la memoria en el glorioso avance a la ciudad de México y en la penosa retirada hacia los desiertos norteños, perseguido y derrotado y finalmente capturado para ser sacrificado de la manera más vil de Chihuahua. En un par de días ya había el libro.
Otro libro intenso, ahora de la revolución, es la novelita de Francisco L. Urquizo, prolífico escritor, que tuvo la fortuna de ser testigo presencial de los hechos violentos de la revolución desde las filas más a flor de tierra hasta los altos mandos castrenses. Y supo blandir con astucia la pluma y el fusil para recoger estampas vívidas momentos profundamente humanos de esta cruenta revolución. En Fui Soldado de Levita de esos de caballería, Urquizo cuenta la historia de Desiderio González, un soldado, en su trajinar echando bala en las filas del ejército constitucionalista comandado por don Venustiano Carranza, prácticamente en toda la campaña para derrocar al usurpador Victoriano Huerta.
Otro reportero, John Reed, contribuye con esta semblanza de la revolución en su libro “México Insurgente”, donde da cuenta desde los intestinos de la revolución de este terrible drama. Las agallas de Reed lo llevan a reportear desde las mismísimas trincheras donde la vida era un soplo muy frágil.
Aun me falta releer Los de Abajo y los libros de Martín Luis Guzmán (Memorias de Pancho Villa, Muertes y El águila y la serpiente), y un tomo de cuentos que recopiló Luis Leal bajo el título “Cuentos de la revolución”, ah, y sin olvidar los memorables cuentos de Juan Rulfo, especialmente El llano en llamas, que le da título al libro.
Un consejo útil para los maestros es que para enseñar historia de México, deberían entrar primero por estos libros, hacer que los niños y adolescentes los lean, que se emocionen con las descripciones vívidas de estos hechos y ya luego, con esto de fondo, podrán revisar los bloques de mármol de los libros de texto. Nuestra conciencia histórica se vería fortalecida con tales lecturas.

sábado, 24 de julio de 2010

MEDEA


Ricardo Pérez Quitt nos ha llevado a meternos a las aguas de la tragedia para involucrarnos en un proceso de apropiación de la dramaturgia. Sus ejercicios bien sui generis (drama con lazo o con jarro o con pelota de arroz) nos han permitido descubrir el drama orgánicamente (es decir, con el ente corporal que juega un papel fundamental en el teatro). Drama es acción, acción física, acción emocional, acción mental, acción dramática.
Parte importante de esta inmersión al drama es el análisis de las tragedias griegas. Hemos leído Edipo Rey y Medea, oh, Medea. Qué tragedia más intensa. Ya había visto una versión moderna de esta tragedia, Medea según Ripstein (Así es la vida, 2001). De sus sórdidas películas esta es la que más me gusta aunque cuando la vi en un Festival de Expresión en corto me hizo sufrir la secuencia cuando Julia/Medea le da muerte de sus hijos.
Ahora, a partir del análisis de Medea de Eurípides, fui en busca de una versión de Medea que andaba perdida en mi videoteca: Medea de Lars Von Trier que realizó para televisión danesa en 1988. Esta película la basó en un proyecto del gran maestro del cine danés Carl Theodor Dreyer, quien dejó una adaptación de Medea sin realizar.
Medea, como es bien sabido hasta por quienes no han leído la obra, es la historia de una mujer despechada que después que su marido, Jasón, la abandona para casarse con Glauca, la hija de Creonte, rey de Corinto y con ello, según él, asegurar un futuro económico más promisorio para Medea y para los hijos que ha concebido con ella. Medea amenaza a todos y por ello Creonte la manda al exilio. Medea el pide a Creonte un día más para abandonar Corinto y aprovecha ese tiempo para urdir una venganza terrible: matar a Glauca con un vestido mágico envenenado y de paso a Creonte, y luego dar muerte a sus hijos para hacer desgraciada la vida de Jasón. El plan se cumple al pie de la letra culminando así la terrible tragedia.
Esta versión de Medea el final es cambiado: en vez de pasar a sus hijos a cuchillo Medea los ahorca. La secuencia es terriblemente estremecedora. El más pequeño no quiere y el mayorcito va por él y ayuda a su madre a ahorcarlo y luego él mismo le da el lazo a su madre para que lo ahorque a él y le ayuda a hacer los nudos.
Medea de Lars en México sólo se consigue con subtítulos en inglés, pero son tan poquitos y tan dramáticas la imágenes que conociendo la historia es fácil seguir la trama.
La película comienza con una Medea tirada en el agua donde llega el rey de Atenas y ella le cuenta su tragedia, luego hay una serie de secuencias sórdidas en cavernas, túneles, y habitaciones agobiantes que crean un clima ominoso y sórdido bien interesante. La secuencia de las bodas de Jasón se realizan en unas habitaciones apenas divididas por mantas que hacen más sensual el encuentro marital.
La película es extraordinaria pero creo que para entenderla y disfrutarla hay que gustar de un cine nada convencional y de haber leído con detalle Medea de Eurípides.

jueves, 15 de julio de 2010

CAMINANTES DE PIEDRA

Caminan las estatuas
por los pretiles del palacio,
levantan sus alas en un vuelo nunca hecho,
gritan con sus ojos de piedra
a los incautos de la calle
sueñan sueños de piedra y agua;
nadie los sacará de su espasmo congelado;
atrapados en un cuerpo laberinto de piedra
sienten correr el tiempo
como agua que jamás retorna,
y son testigos
de la voracidad del viento
que comerá inexorablemente
su cutis de cantera.

domingo, 11 de julio de 2010

EL ALIENISTA: MACHADO DE ASSIS


Si hay un tema que me seduce es el de la locura. Claro que no me gustaría tener una afección mental grave, pero si una dulce locura que me diera cierto sentido de libertad. De hecho, todos los que escribimos gozamos de una pizca de esa hermosa locura.
Sobre la locura he leído relatos extraordinarios como la novela de Ken Kesey, ¿Quién voló sobre el nido del cuco?, que sirvió de base para la película Atrapado sin salida, de Milos Forman, o Diario de un loco, de Nikolái Gógol, o la extraordinaria novela de Chejov, El pabellón No. 6, y el fascinante relato María de mi corazón de Gabriel García Márquez, llevado también al cine por Jaime Humberto Hermosillo.
Vagando por la librería Gandhi, descubrí una estante con ediciones especiales para esta librería a precios muy bajos. ¿Quién dice que los libros están muy caros? Esta colección tenía libros ya conocidos como El horla de Mauppasant o Bartebly de Melville. Dentro de ellos estaba El alienista del estupendo escritor brasileño Joaquín Machado de Assis.
Yo recién había conocido un texto de este escritor. En el taller de narrativa de Alberto Chimal analizamos uno de sus cuentos: Misa de gallo, que nos sirvió de modelo para ensayar un nuevo recurso narrativo: el texto disonante. En este cuento el protagonista es muy inocente y no se da cuenta nunca de que es objeto de una seducción, pero el lector si se da cuenta. El análisis de esta estrategia nos llevó a escribir una historia con esta característica.
Volviendo a El alienista. Con el antecedente de Misa de Gallo no dudé en comprarlo. Es una novelita corta de apenas 104 páginas que se leen con mucha fruición, pues Machado de Assis tiene la magia de atraparnos con el encantamiento de su escritura.
Machado de Assis nació en el Morro de Livramento, que es uno de los cerros que rodean Río de Janeiro, en 1839 y murió en 1908. Es decir, vivió en plena época de encantamiento de la ciencia que llevó a muchos pensadores y filósofos a creer que la ciencia iba a resolver todos los males que aquejaban a la vida humana y que el siglo XX la ciencia iba a hacer del mundo un paraíso. Bien sabemos ahora que sólo fue un espejismo.
La novela de Assis abreva en esta euforia por la ciencia. Simón Bacamarte, su personaje principal, es un estudioso de la medicina y la psicología y toma tan en serio su papel de científico que trastorna hasta la locura el pueblo en donde vive: Itaguaí.
Para llevar a cabo sus experimentos, con el apoyo del gobierno local, instala su institución mental conocida como “Casa verde”. Primero recluirá allí a los enfermos de síntomas evidentes. Su rigor científico lo llevará a dibujar nuevas fronteras de la salud mental ampliándola de tal manera que llega a recluir (usando la fuerza pública pues se le ha otorgado todo el poder necesario para apresar y condenar al encierro, todo en ello en aras de contribuir al desarrollo cientìfico) a 4 quintas partes de la población. El descontento social es tan virulento que la población se levanta en armas en su contra, revueltas que disolverá con su firmeza y aplomo.
El texto hace una radiografía del poder escudado en fines científicos y la fragilidad de las fronteras de la legalidad.
No sé si en este antecedente literario se basó Vargas Llosa para su voluminosa novela “La Casa verde”, ambas tan diferentes y tan similares.
Con esta lectura confirmo lo que los críticos dicen de Machado de Assis: que era “la figura más sobresaliente de la literatura realista brasileña.

viernes, 9 de julio de 2010

MI CASA

En qué momento
la casa de mi infancia dejó de ser mi casa

su patio grande
sus paredes tatuadas de humedad
sus vigas del techo, costillar de madera cruda, vértebras de una singular ballena
sus tabiques como dulces de amaranto
su gimiente puerta de madera,
su aroma a carbón a leche tierna
su danzante viento entre las tejas

son ahora rasgos del rostro de un extraño
de una tierra ajena
de un país de ignota geografía.

EL GARABATO: Vicente Leñero

Jeremías Ramírez Hace no sé cuántos años que compré este libro, quizá unos 30. Fue a mediados de los ochenta cuando el FONCA sacó a la venta...